En el momento de elegir que tipo de suelo colocaremos en nuestro hogar o establecimiento pueden surgir algunas dudas.
Existen multitud de opciones y características a elegir. Tipos de materiales, de diseños, instalaciones, precios, etc…
Toda esta información genera en ocasiones cierta confusión y se presentarán probablemente varias preguntas:
- ¿tendrá resistencia suficiente a la humedad?
- ¿necesitaré la ayuda de un profesional para la instalación?
- ¿será fácil de limpiar?
- ¿qué tipo de suelos tendrán mejores terminaciones y texturas?
Por este motivo haremos un repaso general de los principales suelos usados comúnmente.
Cada uno de ellos tiene características positivas y otras negativas.
Vamos a revisarlas y también a dar unas recomendaciones básicas de lo que se debe tener en cuenta para seleccionar el suelo más adecuado y con mejores prestaciones para tu proyecto.
¿Qué tipos de suelos podemos elegir? ¿Qué ventajas e inconvenientes tienen?
Suelos de madera maciza
Cuando pensamos en un suelo natural y acogedor, lo primero que nos viene a la mente es el clásico suelo de madera maciza. Este tipo de suelos están hechos con tablones fresados a partir de una pieza de madera. Uno de los tipos de madera más utilizados es el roble, por su abundancia, aunque también podemos escoger otros como el cerezo, pino, jatoba y un largo etcétera.
Suelen tener un grosor de entre 12 y 22 mm. A nivel superficial la madera puede estar barnizada o aceitada.
Veamos pros y contras:
Pros:
– La belleza y naturalidad de la madera maciza es el argumento perfecto para elegir un suelo así.
– Es acogedora y cómoda, teniendo una temperatura natural cálida y apacible.
– Bien cuidado y con un mantenimiento constante hace que con los años vaya adquiriendo matices ricos y bellos.
Contras:
– La madera puede expandirse y contraerse en función de los niveles de humedad. Por lo que existe el riesgo de que acabe hinchándose hasta despegarse del suelo si no tenemos cuidado.
– La instalación requiere más cuidado que otros suelos para evitar su deterioro y conseguir un aspecto optimo. Del mismo modo, su mantenimiento también requiere de más atención, ya que al ser un pavimento natural, es necesaria una revisión periódica.
– Tiene un precio elevado en comparación con el resto de tipos de suelo.
Suelo laminado
Este tipo de suelo emula con naturalidad y realismo el dibujo y la textura de la madera y ofrece propiedades de durabilidad y resistencia muy altas. Además, cuenta con una infinidad de diseños y estilos. Sus virtudes y defectos serían:
Pros:
– Su bello aspecto visual, que emula materiales reales muy variados de un modo muy preciso. A veces es difícil diferenciar el suelo laminado de, por ejemplo, la madera natural. Esto se debe a que los acabados, el dibujo, las diferentes tonalidades y las irregularidades de los nudos y las vetas están muy fielmente elaborados.
– Una resistencia muy alta a la humedad, los impactos y arañazos. Además de a las deformaciones, las abrasiones, manchas y agentes alérgenos como los ácaros de polvo.
– Es muy fácil de instalar, de limpiar y de mantener. Se puede colocar sin necesidad de obra. En cuanto a su limpieza y mantenimiento, son muy cómodos.
Contras:
– Es un producto que emula a otro real y natural, eso puede ser un punto negativo para los consumidores que busquen el original.
– Debe tener una textura cuidada con un registro bien logrado para que el resultado visual sea excepcional. Por ello es muy recomendable ver en muestras los acabados para tomar la decisión final.
En ARDU, desde la página web puedes solicitar de forma gratuita una muestra para analizar la calidad del producto.
Si deseas conocer más sobre suelos laminados, aquí encontrarás otras más información sobre FAUS.
Suelo vinílico
El suelo vinílico es un suelo sintético muy utilizado en superficies comerciales, colegios, hospitales, oficinas y lugares con propensión a la humedad como cocinas y baños. ¿En qué destaca este tipo de suelo?
Pros:
– Resistente al agua, higiénico, antibacteriano y fácil de limpiar. Ideal para personas asmáticas o con alergia.
– Instalación muy sencilla y rápida, además de un mantenimiento simple.
– Gran durabilidad, siendo resistente al desgaste y la abrasión. Buen aislante térmico y acústico, además de antideslizante.
Contras:
– Todavía quedan pasos que dar en cuanto a sensación de realismo y naturalidad en el material. Por eso en FAUS hemos trabajado en una evolución de este tipo de pavimento con Blue Evolution. Para poder extender la calidad estética y sus propiedades a un nuevo nivel.
Suelo de linóleo
Este tipo de suelo tiene más de 100 años de historia, siendo su componente principal el aceite de linaza mezclado con materiales naturales como la piedra molida. Tiene una alta resistencia y puede ser utilizado tanto en hogar como en zonas industriales.
Pros:
– Alta resistencia a golpes y rasguños.
– Es anti estático, repeliendo el polvo.
– Ecológico y biodegradable.
– Producto económico.
Contras:
– No recomendable para baño y cocina, ya que la humedad excesiva provocaría su contracción y dilatación.
– También, no debe colocarse sobre un suelo de hormigón. Esto se debe a que absorbe la humedad del subsuelo.
– Sus posibilidades estéticas no son tan amplias como en otros tipos de suelo.
– No resisten bien pesadas cargas.
– los colores puede resentirse ante la exposición al sol.
Suelo cerámico
Otra alternativa a elegir es el suelo cerámico. Utilizado más habitualmente en suelos para cocina, baño y terrazas. Algunas de sus características son las siguientes:
Pros:
– Posee una gran resistencia tanto al agua, como a la humedad, al fuego o a los productos de limpieza, entre otros.
– Amplia variedad de diseños donde escoger.
– Suelos duraderos, siempre y cuando sean bien mantenidos y su instalación haya sido correctamente realizada.
Contras:
– En la instalación es necesaria obra y tener el suelo bien nivelado.
– Es un material más frío y duro que la madera al tacto y la pisada, además de tener una elevada conductividad. Esto hace que no sea tan confortable para salones o dormitorios.
– Este tipo de suelo pesa bastante, por lo que para pisos superiores debe consultarse con un profesional.
Algunas recomendaciones básicas para elegir el suelo de tu hogar
Pide una muestra
Antes de tomar la decisión de adquirir un determinado suelo, intente verlo y palparlo personalmente. Pida una muestra y compruebe su textura, coloración, tipos de vetas, si encaja con el lugar donde irá colocado…
Compare las calidades
Hay muchas variaciones de calidad en función del fabricante. A veces es difícil distinguirlas porque existen muchos componentes técnicos pero, al menos, debemos tener ciertas referencias que nos aseguren que el material que compramos posee los requerimientos básicos. Por ejemplo, en el suelo laminado están las clases de uso, donde es recomendable utilizar al menos una Clase 33 que asegura sobradamente una elevada calidad y prestaciones, incluso en entornos comerciales de uso intenso.
Mida bien la superficie
Es fundamental medir con precisión la zona donde instalaremos nuestro suelo, pero también lo es tener en cuenta que debe adquirirse más metros de material del que mide esa superficie ya que durante la instalación siempre se necesitará más (entre un 10% y 20%).
Exija un suelo garantizado
Es vital asegurar que compramos un suelo con garantía. Lo más probable es que nunca tengamos que hacer uso de ella pero se evitarán riesgos y, además, demostrará que la marca es seria y profesional.
Elegir el suelo siempre será una decisión que deba meditarse, esperamos que este y más artículos puedan ser de utilidad Ante cualquier duda o pregunta, estaremos encantados de ayudarte.
ARTÍCULO GENTILEZA DE FAUS INTERNATIONAL FLOORING SPAIN
Estoy interesada en el laminado finflor original roble, para colocar piso 52 metros, dos habitaciones, entrada y salón. La cocina comunica con el salón y necesito remate en dos lados, 11estás medidas: